Sueño volátil de una realidad imaginaria.


Caminamos hacia la luz, con algunas esquirlas 

de sombras apagadas, sobre un fondo 

de triste recelo o temor infundido,

aún no resuelto, pero perenne en el ático 

de todas nuestras visiones tardías.


Dedicamos toda nuestra vida, a procurarnos 

un espacio cómodo y un futuro resuelto,

que nunca llega a cumplir 

nuestras expectativas, y por supuesto…

¡Soñamos siempre en nuestra memoria,

una vívida imagen, de aquello que deseamos,

que ocupe un lugar privilegiado en nuestro 

ámbito!


La inercia de la vida, nos arrastra hacia 

un fondo que, se precipita en un vacío 

sin forma, pero existencial, y su solidez 

varía entre los espejos de todas las ilusiones,

que fuimos lentamente forjando, para poner 

un nombre adecuado a nuestro destino.


Nada parece sorprendernos, y sin embargo,

bebemos la belleza apresuradamente,

sin tener en cuenta, la cabida en ese limitado 

espacio, entre la realidad palpable 

y ese margen de esperanza que nos queda,

después de cada desengaño.


La obviedad declara la certeza de la duda,

ante los espejos quebrados de todas

las fantasías incumplidas.

Seguimos caminando hacia una luz incierta,

a pesar de que aún no tenemos constancia 

de un próximo amanecer, pues tan sólo 

es un sueño volátil, que anida en nuestro 

pensamiento.


Escrito en Junio 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.

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