Este amor que me destruye,
es igual que un aguacero,
pues, tormentoso se intuye,
por querer como te quiero.
Si acaso, me has ignorado
después de amarte, mi amor,
el daño que me has causado,
me lacera en mi dolor.
Todo pasa y nada queda,
en mi soledad, me pierdo
entre recuerdos de seda,
que sobre mi almohada, muerdo.
Se va agotando mi vida,
en un espacio que, inerte,
es una causa perdida,
cercana a la misma muerte.
Vivo, sin vivir en tí
y en esta angustiosa pena,
mi propuesta es baladí
y muy dura, mi condena.
Sólo ha habido una razón,
que todo lo justifica,
la sentí en mi corazón,
por eso se dignifica.
Mas, sí tu amor no florece,
se va apagando su llama,
es un fuego que perece,
se ahoga, cuando no se ama.
Por mucho que te ame, y haga
lo imposible por amarte,
tu amor, se extingue y se apaga
y yo, no puedo olvidarte.
Escrito en Mayo 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario