Como un diente de mar, cuya lengua
es la ola marina que lame crepúsculos
en el horizonte.
Su espesura de agua incierta, es una voz
que acalla y enmudece burbujas en sus
severas profundidades.
La vida aérea flota con el aceite de su anhelo
y alguien atraviesa la quilla de su propia nave,
deteniendo su navegación, ante un canto
de sirenas.
Labios de extendidos horizontes, donde el sol
besa al cielo y al mar en un rojo destello,
confundiendo a ambos, para intentar
separarlos de su emotivo roce,
que se prolonga hasta el ocaso.
Se va hundiendo pausadamente en las aguas,
ante un cielo bermejo que va cerrando
sus párpados, para que la noche pueda
mostrar su capa oscura,
con estrellas bordadas en oro y plata.
Escrito en Diciembre 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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