Te he echado mucho de menos, notaba
un gran vacío por tu ausencia.
Miraba al cielo buscando respuestas
y en mi interior flotaba tu recuerdo,
vívidamente, palpablemente, como un soplo
inesperado sobre mi nuca.
Divagando, sumido en mis pensamientos,
abrí la ventana de mi cuarto y lo observé.
Allí estaba parado un gorrión, que piaba
y su canto era hermoso, bellísimo.
Entonces me di cuenta, de que todo
permanece para siempre en cada una
de las criaturas que componen y conforman
nuestra vida en la naturaleza.
Escrito en Diciembre 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario