El Caos del poder atrae el Infierno.


Infierno, sustentado por las guerras,

alimentado y dinamizado en el odio irracional.

Carne trémula en el sacramento del fuego 

y el dolor eterno, sin esperanza,

 ni espíritu confortador, sólo carne y sangre

maceradas en la angustia.


El poder tiene una resaca 

de imponentes dimensiones y necesita crecer 

para poder subsistir.

Su fuego se mantiene, robando el oxígeno 

de los suspiros o el aliento de vida,

que perecerá entre sus llamas.


Nada detiene su paso en la ignorancia 

de saber que se destruye a sí mismo,

en un brutal orgasmo de ansiedades,

que crecen sin medida, hasta extinguirse

completamente.


Hay rituales en los que se destruye 

al más débil y después… 

su voracidad sin límites, seguirá avanzando 

hasta destruir a su creador.


Nadie sabe qué se esconde detrás del Caos,

tal vez la Naturaleza sabia, sea capaz

de compensar el desequilibrio, 

hasta que nuevamente el poder 

vuelva a adueñarse de los Egos humanos 

y retorne un nuevo Infierno para destruirnos…

una vez más.


Escrito en Junio 2021 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

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