Oda al dios Baco.


El dios Baco dijo al vino:

- Escucha bien lo que digo,

yo desde aquí te  maldigo 

por impío y por cochino.


Mal camarada y destino

por causarme desvaríos,

tu caldo, como los ríos 

me arrastra hacia un torbellino.


Muy traidora fue tu cata,

te recibo con un beso 

de ardiente paz y embeleso,

que lentamente me mata.


Vas robando mi razón 

y aturdes mis pensamientos,

callas mis razonamientos

agriando mi corazón.



Y el vino a Baco le dijo:

- No sé porqué me maldices,

si acercaste tus narices 

a una vasija o botijo.


Quedé a merced de tu boca

de dios avaro y sediento,

mi caldo fue tu alimento,

no es mi culpa, si equivoca

tu razón, si es que has errado 

al probar tan digno zumo,

si ignoras ( y lo presumo )

que ya había fermentado.


Escrito en Septiembre 1994 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario