Ninguna claridad es declarada,
sin una oscuridad, que manifiesta…
dedica por su ausencia esa gran fiesta,
que observa por la luz alborozada.
Disfraz es de la luz, penumbra acaso,
que juega al escondite en ágil juego,
para prender la llama, y con su fuego,
marcar unas siluetas a su paso.
La sombra se proyecta en su semblante,
pues a la luz dibuja su contorno,
en línea fugaz, baila en su entorno
y vive con la luz un breve instante.
Fantasma que diluye su presencia,
sin cuerpo, ni vertebra visible,
carácter y carisma imprevisible,
que puede discrepar de su inocencia.
La luz, que es temerosa, ni la nombra,
la teme por la noche en su agonía
y espera al despertar de un nuevo día,
el juego que establece con la sombra.
Escrito en Noviembre 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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