Bajo el ritmo de las horas.


Se van pasando las horas,

horas que van de la mano

de un tiempo que fue lejano 

entre pausas y demoras.


Un tiempo que se ha perdido 

y entre las horas transcurre,

e ignorando lo que ocurre,

se muestra desconocido.


Desierto o mar, de incontables 

gotas de agua o arena,

midiendo el gozo o la pena,

en momentos impensables.


Se van las horas pasando 

y el tiempo no se detiene,

marcha ligero, si viene 

lentamente caminando.


Escrito en Octubre 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

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