Un pulso, golpe o latido,
corazón enaltecido
y el brillo de la emoción
con la fe y la devoción,
que al amar, cobra sentido.
Una chispa decidida
de donde brota una vida,
que espera su nacimiento
concebido en el momento,
al expandir un retazo
de un anhelo en su regazo,
que como matriz, genera
toda la expresión primera
que cultiva en su interior,
una semilla de amor.
Amor, vida y esperanza
para vencer al ocaso
sin un temor al fracaso
en la alegría que danza,
en el camino seguro
de un nacimiento futuro.
Escrito en Septiembre 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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