Los sicarios de la pluma, sabuesos olfateadores de la tinta sangre, vendedores de panfletos llenos de fotos de posverdades al servicio de quien nos engaña con letras falsas y fotos manipuladas que nunca agachan la cabeza cuando descubrimos la mentira, que callan, calumnian y desmiembran a la víctima en turno, nadie los juzga, nadie los encarcela y todos los encumbran.
Yo necesito dejar de ver la risa sardónica, la miseria que se revuelca en nosotros.
Yo necesito dejar de oír las mentiras repetidas a los genocidas que abogan por la dignidad y la vida pagando fusiles.
Yo necesito dejar de tocar el papel que guarda la mentira, la realidad manipulada en imágenes ficcionadas en claroscuros de engaño y propaganda.
Yo necesito dejar de comer el veneno lento de la avaricia desmedida, qué más da que el bolo que desciende por mi esófago rasgue mi salud y mi vida mientras tú cotizas en la bolsa.
Yo necesito no pensar para no darme cuenta que eso existe, yo necesito no pensar para no ver, no oír y no degustar.
Necesito tocar mi muerte para saber que hay vida.
Hiramm García
Imagen Monero Rapé.
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