el silencio ingrato

EL SILENCIO INGRATO,
en la noche callada,

juega al escondite
con la inocencia
de las estrellas.

Sobre la mesa
descansan los últimos
poemas de la jornada.

Sus abnegados versos
esperan poder partir.

Desean huir por los caminos
traviesos de los sueños.

Quieren abandonar, definitivamente,
la apatía de una jornada
estúpida, llena de absurdos complejos,

y afrontar, con decisión,
los compromisos secretos del alma.

1 comentario:

  1. Realmente hay poemas tuyos que llegan dentro. Sin fondo poco importa la forma. Al menos para mi. "... abnegados versos que esperan poder partir...", Qué bonito, Jose Gerardo, esto y todo el poema.

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