Besa el silencio, bebe sus pausas y nota
la cadencia única de tu respiración.
Interioriza la música oculta, las notas
no pronunciadas por ningún instrumento
y piensa que la voz, sólo debe alcanzar
su armonía en la belleza de la dicción
y en la emoción que produce navegar
con sus notas en el aire,
impregnando de magia, el corazón del silencio.
No rompas nada, sólo impregna el espacio
con la música que sientes en tu corazón.
Ama el silencio, pues el silencio también
es música, y la música respira en las pausas
y en los silencios.
Camina por cinco calles paralelas,
dejando sonidos con los que llena de color
a un mundo átono, sumido en la tristeza.
Tristeza que huye ante el sonido,
presta a encontrar la armonía que perdió
detrás de cada sonrisa olvidada.
Escrito en Enero 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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