Prenderme en ti, álgido sueño en vuelo
de gaviotas.
En tu cintura me deslizo, asido como a la
quilla de un barco.
Navego desde tu vientre, buscando
la humedad prístina de tu sexo de miel
y ámbar.
Tus senos son leche pura o luna, que adivina
el murmullo del agua.
Busco sumergirme en tu gozo, en tu nocturno
encanto, para no entornar nuevamente
mis párpados y atesorar tu imagen
en el fondo de todos mis pensamientos.
Flor única que se abre ante mi, mostrándome
el rocío de una lágrima que brota
en mis emociones.
Duermo a tu lado y escucho el latido
de tu corazón de nieve y fuego.
Los límites son los extremos del deseo,
que por ti callo y silencio, hasta que la noche
sea propicia y tu rostro brille en mis pupilas,
rutilante estrella, que amanece
sobre mi almohada, con cabellos de alga
y voz de arrullo marino.
Escrito en Enero 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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