Va mermando la actitud en las edades
y coloca en su lugar nuestro destino,
la loca juventud y el desatino,
se amansa y se apacigua en sus verdades.
Pulso suave y latido inerme,
que desciende de su ímpetu primario
y coloca su virtud, en el diario
devenir de tu tiempo, mientras duermes.
Vorágine que muda en tensa calma,
porque ya, la prisa no nos crece
y nuestra atención no la merece;
reposada quietud sobre tu alma.
Alma, para vivir en ese instante,
todos esos recuerdos que se muestran
y entre páginas de olvido nos demuestran,
que la vida lleva un paso por delante.
Escrito en Abril 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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