EL CAMINO
Todos con sus ilusiones, con la mochila llena o medio llena, suben la cuesta de los deseos, camino del pico de Monte Imposible. Caminan, despacio o deprisa, hablando o en silencio, intentando que sus pasos dejen huella, que la nada no se apodere de su vida. Todos, más altos, más bajos, más jóvenes o más viejos, se aferran a lo que han aprendido o a lo que desconocen pero les sirve de apoyo, en una peregrinación con oraciones de antiguas creencias o sustituyendo la necesidad de ellas por la secreta ataraxia de la razón. Llevan a la espalda algunos útiles y alimentos. También algunas hojas escritas o en blanco, algunos instrumentos fotográficos que ayuden a recordar, a evitar que el tiempo borre la memoria. Aunque nunca llegan a la cumbre, pues está demasiado alta y alejada para alcanzarla por sus propios medios. Pero intentan creer que, algún día, lo harán. Quién sabe… nadie sabe por dónde andan las almas de los muertos.
Emilio Porta
No hay comentarios:
Publicar un comentario