Elección
Bajo la sombra de un sauce, recostado en el suelo, pensaba en cómo atrapar para siempre ese arrebato que había llenado mi existencia, esas caricias que eran la puerta de la belleza. La abracé con la necesidad de fundirme en ella, de sentir la unidad y a la vez la dualidad de los cuerpos en el roce erótico, de enredarme en sus risas. Me decidí sin evaluar los riesgos. Ella sería mi luz. Una luz que nos haría falta entre las tinieblas cuando nos echaran del Paraíso.
Lana Pradera