Destinos emparejados.


Hay destinos que parecen encontrarse,

fortuitamente, como magia en los instantes 

y diríase que son muy semejantes,

hasta el punto en que deciden integrarse.


Hay destinos que, por pura coincidencia 

se conocen en la misma vibración,

son dos cuerpos, con un mismo corazón 

y eso es algo que nos queda en la conciencia.


Porque hablan un lenguaje comprensible,

sin palabras, pero llegan a entenderse,

mas, no es propio dialogar para extenderse,

si la magia del momento es previsible.


Y subyace en la presencia que arrebata,

por su forma de expresión, un sentimiento 

es la base de todo conocimiento,

que por comunicación se muestra innata.


Se debiera contemplar, que nada puede 

limitar la proyección de la verdad,

si se trata de entender la libertad 

en el rostro de la acción, se nos concede.


Pues la acción, del pensamiento es consecuencia,

y caminan por la misma dirección,

sin llegar a reclamar esa ovación,

que en justicia, queda siempre en la conciencia.


Hay destinos que corrigen sus defectos 

y progresan en el paso de los días,

van mostrando desde sus alegorías 

que en la causa han mejorado sus efectos.


Escrito en Abril 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.

No me gusta hablar de mi mismo.


Sigo escribiendo poemas,

aunque nadie los vea.

Sigo escribiendo poemas,

aunque tú, no los leas.


Porque sólo sé una cosa…

que la vida ha sido hermosa,

mientras duró vuestro engaño,

que me ha hecho tanto daño.


Mis lágrimas caen al suelo,

sin duelo en mi desconsuelo.

Hoy vivo en una quimera 

de sueños irrealizables,

en una sala de espera 

y es mejor que no me hables,

seguramente me pierdo, 

en un tortuoso recuerdo,

que trace sus directrices,

ahondando en mis cicatrices.


Conozco una realidad,

que a nada se le parece 

y creo, que no merece 

mencionar mi sufrimiento,

vivo tan sólo el momento 

en una vida, que egregia,

me sirve como anestesia,

para pasar al olvido,

aquello que fui y he sido.


Ahora ya, no siento nada 

o al menos, no represento

este dolor que yo siento.

Prefiero, y así sentencio

mi suerte, en el mimetismo,

de guardar sobre mi mismo,

un respeto en el silencio.


Escrito en Abril 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.

Reunión de socios de EnR el 2 de abril de 2025.


Con la excusa de recoger la nueva Antología Anual de EnR 2024, ayer nos reunimos 10 socios para vernos, saludarnos, hablar un poco de todo (que ya os comunicaremos) y tomarnos un refrigerio. Llegada la hora de la entrega de los ejemplares de la antología, se hizo entrega de la misma. Tuvo el texto gran aceptación tanto por la portada como por el tipo de letra y tamaño, etc. Seguidamente, hicimos un rondo de lectura, cada uno leyó el texto de otro compañero/a. Disfrutamos de una tarde especial. 

El principio de la razón, dentro de la utopía.

Sólo podemos asimilar, aquello que es similar,

carente de carencias, en un estado de inconsciente consciencia.


El verbo verbaliza al adverbio que se eterniza 
en los proverbios.
Quien del saber hace acopio y sólo copia 
sin saber lo que copia, su mente no es natural 
y naturalmente, a falta de ingenio,
 su único genio, se limita a su mal genio.


Nadie es capaz de hablar a la velocidad 
de sus pensamientos.
Quien habla mucho, no puede asimilar 
lo que dice y lo que piensa, pues no dice
lo que piensa o habla sin pensar lo que dice.
Se debe medir cada palabra, antes de ser
proyectada.


En el silencio se esconden las palabras 
impronunciables y allí se forjan 
los pensamientos, sin la interrupción 
de los sonidos.


He visto brevemente la verdad, pero se fue 
apresuradamente, para escapar de tanta 
mentira.
No podemos administrar justicia, 
con unas leyes que, al padecer de anginas, 
las palabras carecen de la fuerza 
que se ampara en la verdad.
Su infección se propaga rápidamente,
hasta alcanzar las mentes más racionales.

Escrito en Marzo 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.

Febrícula Amorosa.(Soneto)


Discurre en mi sentir esta aventura,
que corta de raíz, mi calma al sesgo 
y acepto sin temor, el alto riesgo,
que intuyo con mi mano en tu cintura.


No sé, si por la fiebre o calentura,
que me hace desvariar, cuando me acerco,
se pierde mi razón, en ese cerco,
que lleva a la atracción, por tu hermosura.


Mi fiebre no se calma  con botica,
tan sólo en el amor, se halla la cura,
pues pienso que no es mi imaginación.


Si acaso fuera amor, no se claudica,
si pierdo la razón, es mi locura,
pues loco se me ha vuelto el corazón.

Escrito en Marzo 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.

© Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”