EL MIEDO DE LAS PALABRAS

oculta el verdadero sentido
de unos versos cabreados
que no cesan de gritar.

Son incapaces de descubrir
el paraíso de los silencios,
se niegan a terminar
poemas envejecidos,
ausentes en los rincones helados
del alma confusa.

Todo es extraño,

El poeta escapa por pasillos
blanquecinos,
donde imágenes deformes
y borrosas dibujan
viejos panfletos a lo largo
de paredes infinitas.

Se detiene en cada esquina
del tiempo, recoge estrofas polvorientas
y las mece, con dulzura,
entre las arrugas dolorosa
de sus manos.

El deshielo en primavera.


Son lágrimas de consuelo,

dentro de un clamor de vida,

por la nieve derretida 

en la dureza del hielo.


Cálidos rayos derriten

un rostro duro y sombrío 

en la soledad del frío,

para que en silencio, griten.


Frio e inmovilidad 

que, por su renacimiento,

brotan en un nuevo intento,

ecos de fertilidad.


La vida emite con eco,

su voz profunda en el río,

susurrando un canto impío,

que anega un espíritu seco.


La emoción sigue brotando,

ante la vida, y se mueve,

su húmedo beso, si llueve,

parece que está llorando.


Cielo y tierra en conjunción,

para cumplir sus labores,

sus frutos, son los amores

en un mismo corazón.


Vida febril, primavera 

que despierta del hechizo,

de la nieve y del granizo,

después de una larga espera.


Escrito en Mayo 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.

¡Bendita soledad!


Tu cuerpo me has negado,

abrazaré tu alma,

muy despacio y con calma,

bajo un cielo estrellado.

Efímero es el gozo 

que pulsa mi latido

y ahora sorprendido,

se esconde entre mi embozo.

Mi soledad … vital,

mis lágrimas esferas,

que anegan las quimeras

del más duro cristal.

Tus ojos se cerraron, 

y sé que no me vieron,

en mis sueños de amor,

cantaba un ruiseñor,

pero no se cumplieron.

Ya no puedo vivir 

soñando en esa espera

no puedo resistir 

aunque además lo quiera.

Esperaré a mañana,

pues mi esperanza es vana.

Me dormiré, soñando,

mirando siempre al techo 

y me hundiré en mi lecho,

para irme despertando 

hacia otra realidad,

que siempre me perdona

y nunca me abandona…

¡Bendita soledad!


Escrito en Mayo 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.

Vivir para disfrutar.


La huella de un vacío está en mi cama,

profunda huella, acaso de oquedades,

que dejan un sabor de soledades,

cuando mi voz marchita, te reclama.


Ausencia y pesadez en el letargo,

la espera se hace siempre interminable,

hiriéndome las carnes con su sable 

de sangre y soledad, en trago amargo.


Vacío sin llenar, triste vacío,

que no ha de completar mi vida entera 

y pesa sobre mi, la larga espera,

con lágrimas perladas de rocío.


La huella del vacío es dolorosa

y hay que llenar la vida de alegría,

contemplo que ha nacido un nuevo día 

y tengo que pensar en otra cosa.


El mundo es ermitaño y vagabundo 

y sigue hacia adelante, siempre gira,

lo que ha quedado atrás, nunca lo mira,

todo puede cambiar en un segundo.


Mirando hacia adelante, hay un futuro,

no demos más poder a esa tristeza,

que puede malograr en tu cabeza,

el día más feliz, te lo aseguro.


De nada sirve el llanto y el penar,

si crees que en este mundo es pasajero,

tanto el amor, el tiempo, o el dinero, 

se trata de vivir y disfrutar.


Escrito en Mayo 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.

Entre los engranajes del deseo.


Nos movemos entre los engranajes del deseo,

atrapados entre sus dientes.

Masticamos con ellos las ausencias 

y nos enredamos en los filamentos 

que tenemos con nuestras insatisfacciones.


Llenamos nuestros vacíos de abrazos mudos,

besos sin sonido aparente y miradas que,

se van diluyendo en los mares del olvido.


Nos movemos en un raquítico espacio que,

apenas tiene cabida en los alveolos pulmonares,

 y cada latido finge un repique de campanas, 

emulando un triunfo 

que nunca llega a la estación,

 donde la esperanza es tan sólo, 

la figura retórica de un poema sin concluir,

cuya rima se pierde entre sus estrofas.


Escrito en Mayo 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.