Un relámpago furioso,
va creciendo en el anhelo;
trata de alcanzar el cielo,
en un sentimiento hermoso.
Los suspiros retenidos,
los nervios, bien anudados,
los zapatos desgastados,
al ritmo de tus latidos.
Bajo un cielo prometido,
un beso y una promesa;
las cartas sobre la mesa,
porque jamás se ha mentido.
El amor surge sincero
y ocupando nuestra vida,
es muy cabal su medida,
no es capricho pasajero.
De la vida es el cimiento,
para dar vida y sentido
al ritmo de tu latido
y belleza al pensamiento.
Acaso, su gran verdad,
crea un hito en la esperanza,
nutriendo la confianza
a una nueva realidad.
Escrito en Julio 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.
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