Misiva a las conciencias de las Naciones Unidas.


No puedo guardar silencio,

cuando veo una injusticia,

lo razono y lo sentencio 

y mi voz es la primicia,

que se alza en la multitud,

por lo que pienso y declaro.

No soporto la quietud 

y aunque te parezca raro,

necesito denunciar 

por valor y por derecho

y trato de congeniar,

porque siempre doy por hecho,

que se debe equilibrar 

la justicia en esta vida,

cuando va a ser impartida.


Al pobre debemos dar

un techo y el alimento,

pues se trata de ayudar 

a mantener su sustento.


Nuestro mundo siempre ha sido 

una fuente de riqueza,

no concibo la pobreza,

si el mundo es mal repartido.


No concibo la violencia,

ni una guerra fratricida,

ahondemos en la conciencia,

como punto de partida.


Hacia una ley de igualdad,

que rija las realidades,

defendiendo la verdad 

de nuestras necesidades.


Nadie vale lo que estima,

si no tendemos la mano 

y se ignora y se lastima 

a quien debe ser tu hermano.


Todos vamos a un camino,

llegando a la conclusión,

de que nuestra evolución 

marcará nuestro destino.


Escrito en Enero 2025 por Eduardo Luis Díaz Expósito.“zuhaitz”.

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