Libertad sin adjetivos.


Un océano de mares inconclusos 

y una muerte que borró más de una vida.

Una voz que se ha expresado sin medida 

y una huida en libertad, de los reclusos.


Un apóstrofe tildado en la palabra,

libertades que se sienten muy cercanas,

la promesa de unas cálidas mañanas 

y un error, que por su absurdo descalabra.


Libertad, aunque nos cueste nuestra vida,

libertad, para poner sobre el tapete 

la justicia que nos sirva y compromete 

a sanar la cicatriz de nuestra herida.


Una mágica palabra descendida

desde el ático de nuestro pensamiento 

o ese beso que transmite el sentimiento 

de esa lágrima que al fin será vertida.


Es en esa libertad, donde se vive 

la esperanza que se amplía a cielo abierto,

nunca es tarde, si te muestras aún despierto,

cuando el día va llegando a su declive.


Escrito en Marzo 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

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