Hasta el último suspiro.


Esta dulce tristeza que me embarga,

va logrando que toda melancolía 

deje un poso de azúcar cada día,

y hace amable mi hora más amarga.


Mi alegría es sin duda una verdad,

mi tristeza es soledad y en abandono,

la disculpo a la vez que la perdono,

porque vivo en una nueva realidad.


La tristeza es añoranza de otro estado,

de otro tiempo que vivía en la inconsciencia

de ignorar mi juventud en la imprudencia 

que ahora sé que pertenece a mi pasado.


La inconsciencia es un tiempo entretenido,

en el cual no se valora la virtud,

de saber disfrutar la juventud 

de ese tiempo que te ha sido concedido.


Pues la vida es ese soplo incontenido,

que exhalamos cada día, respirando 

y en el tiempo que vivimos, va pasando 

agotándose en el último suspiro.


Escrito en Marzo 2024 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario