Cristales rotos y transparencias,
ojos metálicos que te ignoran,
hay otros ojos, esos que lloran,
que siempre penan sin indulgencias.
Húmedos ojos, que en la ternura,
tienen su oasis, en la promesa,
que sella un pacto, cuando se besa
y nuestra vida, ya no es tan dura.
Ojos que vuelan, pájaros ciegos,
que se imaginan un vasto cielo,
donde apagar, en su desconsuelo,
plegarias mudas, sentidos ruegos.
Hilvanes todos, de un descosido,
desenredados de su madeja,
callada voz, lánguida queja,
llanto que muere al haber nacido.
Ojos que ven el amargo día,
en que el vacío es su realidad,
en la tristeza de su soledad,
queda esperanza, aún todavía.
Escrito en Mayo 2023 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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