El tiempo va dejando una secuela
de arrugas en la piel y una flojera,
que llega sin aviso, como fiera,
y queda tras de sí, su triste estela.
El tiempo va de paso y siempre vuela;
las horas y minutos, las inventa,
no se puede medir, y quien lo intenta,
el tiempo que has vivido, se rebela.
A veces, un segundo se hace eterno
y en buena compañía, una hora,
parece acelerarse en su demora
y nace primaveras en tu invierno.
En un momento pasa por el cielo,
toda esa dimensión de tu experiencia,
que ha de pasar fugaz, con la inocencia,
que deja con tu adiós, todo pañuelo.
Y ciertamente todo esto no está mal,
pues toda variación, en un instante,
pasa toda tu vida por delante,
pues es una impresión libre y mental.
Escrito en Noviembre 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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