El triste dramatismo obliga
a sentirnos pequeños, como hormigas .
Es una incómoda aspereza,
que consigue que pierdas la cabeza.
Si no caes en la cuenta y lo remedias,
perderás lo mejor de las comedias.
La tragedia es admitir, que tu derrota
es el fin, como colofón y nota.
Mas, la vida nunca hará la ostentación,
del guión en su representación.
Hay quien brilla en su papel y magnifica,
lo que muestra su guión, y dignifica
su paso, sin un gesto dolorido,
si no sabe su texto y no ha leído…
Que la vida se compone en una escena,
que interpretas entre la gloria y la pena;
que no es obra que concluye, cuando el día
cae vencido en su habitual algarabía.
Y te muestras confuso y taciturno,
cuando el astro rey se vence en el nocturno
espacio, en que se muestran, aún más bellas
que tus sueños, rutilantes…las estrellas.
Escrito en Enero 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.
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