Arrieros somos...


A fuerza de recuerdos, mi memoria 

camina en pos de nuevas sensaciones,

latidos de distintos corazones,

que siempre han de rodar, como una noria.



Recuerdos, que me impulsan a seguir 

en un camino abrupto, pero recto;

yo soy de mi destino, el arquitecto 

que eleva mi carisma y mi sentir.



Que nadie va a enseñarme, que vivir 

es sólo aprovechar ese momento 

que surge entre el placer y el sufrimiento,

formando una manera de existir.



Que nada es regalado o gratuito,

que todo se merece al esforzarse;

olvida tu dolor, porque quejarse,

nunca valió de nada y no lo admito.



A fuerza de recuerdos, aprendiendo 

estoy, de cada error por pasajero

y sigo en esta vida, como arriero;

prosigo, y los senderos… van  creciendo.



Escrito en Enero 2022 por Eduardo Luis Díaz Expósito.”zuhaitz”.

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