Quisiera matar a la muerte que me enseña los despojos de alma que habitan y caminan entre las calles bajo el sol, sobre la razón, que nadan en cinismo y se secan con el sudor de las conciencias que habitan esta vida.
Quisiera matar a la muerte que habita en los que tienen conciencia, que no la temen, que conviven con ella, que les cuenta que no son sublimes, que son mortales, que no pueden andar sobre la vida.
Quisiera regalar mi muerte para que todos la tengan, para que todos la vivan y con sus cuencas vean qué somos, en qué nos hemos convertido, pero cierro los ojos y me doy cuenta del timo: ya estamos muertos de vida.
Hiramm García
Imagen: autor desconocido, google.
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