LA VIDA SE VUELVE EGOÍSTA.
Mezquina.
Nos permita acumular sueños,
hacer proyectos de futuro
y luego cubre de niebla
el camino.
Pone trampas dolorosas,
nuestros pasos se hunden
en abismos traicioneros,
cubiertos de angustiosas pesadillas.
La vida, cuando llegamos a viejos,
nos insulta, nos humilla.
No cesa de arrojarnos
reproches que no comprendemos.
La soledad regresa del olvido
para recoger los despojos
de los amaneceres
que no quisimos compartir.