Estoy frente a la inmensidad blanca

ESTOY FRENTE A LA INMENSIDAD BLANCA

de la página desierta de atardeceres.

Quiero retomar el poema abandonado
entre una jauría de salvajes olas,
se disputan los últimos despojos
de unos versos ensangrentados
por las ilusiones
borrachas, perdidas en un laberinto
de sueños ausentes.

Tratan de huir de su destino extraño,
donde palabras estúpidas
lanzan reproches dolorosos
que no pueden entender.

No comprenden tanto odio
acumulado en bolsillos
repleto de amaneceres,
aparentemente, luminosos,

Gritaban, como locos, sueños
que pretendían acabar
con la crueldad del hombre.

Todo era mentira!

Una vulgar patraña
del destino.