Las llorosas calles del coronavirus

LAS LLOROSAS CALLES,
vacías,
imploran ausencias,
ruidos,
insultos de los coches
cabreados.

Miran, en cada una de sus esquinas,
por si hay alguna esperanza
olvidada.

Tal vez, una temerosa ilusión
que no se atreva
a dar señales de su miserable
existencia.

Da miedo!

Las personas que tienen que salir
caminan veloces,
apenas, saludan a los conocidos.

Sus palabras no se atreven
a perturbar el silencio grisáceo
del temor contenido.